domingo, 16 de diciembre de 2012

Cultura Victoriana

Gran Bretaña estaba fuertemente dividida en clases sociales, la primera era la aristocracia, conformada por la Iglesia y la nobleza, luego se encontraba la clase media, y finalmente la clase proletaria u obrera compuesta por individuos que no poseían trabajo o trabajaban de forma irregular en fábricas generalmente.
La clase media la componían los burgueses, la clase media trabajadora. Eran los propietarios de fábricas, banqueros, propietarios de tiendas, mercaderes, abogados, ingenieros, hombres de negocios, y otros profesionales. Esta gente era a veces extremadamente rica, pero en circunstancias normales no obtenían privilegios, lo cual les ofendía. Había una enorme diferencia entre la clase media y las clases inferiores. La clase baja británica estaba compuesta de dos sectores: la "clase trabajadora" y los "pobres" (aquellos que no trabajaban, o no lo hacían con regularidad, y recibían la caridad pública). La clase baja incluía a hombres, mujeres y niños que realizaban diversos tipos de actividades, entre ellos trabajo en las fábricas, costura, limpieza de chimeneas, minería, y otros trabajos. Pero la clase más pobre y la media tenían que soportar altos impuestos. Esta clase constituía el ochenta y cinco por ciento de la población pero solo poseía el cincuenta por ciento de la tierra. Las bandas de música municipales y los quioscos de música fueron populares durante esta época. El quiosco de música es una construcción simple que no sólo crea un lugar ornamental, sino que además facilita las necesidades acústicas a la vez que ofrece protección ante el cambiante clima británico. Era común escuchar el sonido de las bandas mientras se paseaba por los parques. En aquellos tiempos la grabación musical eran aún algo muy novedoso. (Herrera)
Por otro lado, ésta sociedad se caracterizaba por sus modales: mantenían una postura erguida, se dirigían al resto con un tono de voz melódico y suave,  y utilizaban adecuadamente los cubiertos, hacían una pequeña venia al saludar o despedirse, pues  era una muestra de respeto y cortesía.  En el caso de las mujeres, estiraban  su vestido del extremo como abanico, y los hombres realizaban un gesto suave con su mano derecha, si éstos llevaban sombrero, bajaban su ala gentilmente o se lo retiraban inclinando su cabeza. Existía un fuerte machismo que dictaminaba el comportamiento de una dama.
Las mujeres victorianas en general debían ser inocentes, virtuosas, sumisas, obedientes e ignorantes en cuanto a opiniones inteligentes se trataba. Es decir, no se esperaba de ella que pensaran nada en absoluto. Debían ser débiles y necesitadas de ayuda. Una frágil y delicada flor incapaz de tomar decisiones por ella misma, más allá de seleccionar el menú y asegurarse de que sus hijos contaban con la educación moral adecuada. Además pasaban el tiempo bordando, leyendo, recibiendo visitas, yendo de visita, escribiendo cartas, supervisando a los sirvientes, y sobre todo vistiéndose para ser la representación social de su marido. Las muchachas eran entrenadas desde su más tierna infancia para dedicar su vida a su hogar y a la familia si se casaba, o a la caridad si no lo hacía. La docilidad y la modestia eran consideradas como virtudes admirables. (Siiddons, 2007)
La mujer no se podía preocupar por prepararse y ser alguien más en la vida, simplemente era limitada a saber leer, escribir, ser delicada y suave para ser aceptada y saber manejar un hogar bajo la correcta crianza de sus hijos, el orden y una imagen pulcra de su casa. De cierta manera, esto promovió el arte en la mujer al vivir bajo estas condiciones, ésta expresaba lo que sentía al pintar lienzos o tocar algún instrumento como el piano y guitarra que predominaban en la clase media, y en especial la alta. Otra forma de entretenimiento eran los circos y la lectura de periódicos, libros e incluso cómics que permitieron que personas de estratos bajos se eduquen y se culturalicen, ya que las bibliotecas se cruzaban con los horarios de trabajo de la clase obrera lo que impedía que éstos pudiesen tener acceso a los libros.

Los esfuerzos por los reformistas sociales para acercar la educación a todas las clases sociales hizo posible que las clases menos acomodadas  tuviesen acceso al aprendizaje de la escritura y la lectura. Para los adultos  se organizaban clases y reuniones para enseñarles a leer y a escribir, y se trataba de que los niños acudiesen regularmente a las escuelas. Las bibliotecas estaban vetadas a los obreros. Los horarios de apertura coincidían con sus horarios de trabajo por lo que les resultaba imposible visitarlas; pero poco a poco el número de bibliotecas públicas se incrementó y amplió su horario por lo que el acceso a ellas por parte de las clases trabajadoras fue más fácil. (Hadasdepapel, 2012)
A partir de aproximadamente 1850 aparecieron las publicaciones específicas para niños en forma de novelas o comics. (Hadasdepapel, 2012)
Finalmente, una fuente de entretenimiento para grandes y chicos donde se mezclaban gente de varios estratos fue el circo, que ofrecía shows de fantasía y magia realizados en carpas, con la presencia de actores y animales exóticos. Uno de los hombres que planteó la idea del circo fue Phineas Taylor Barnum, un hombre de negocios que sabía cómo llamar la atención de la gente y crear un buen marketing bajo afiches y publicidad de sus shows.
Sus espectáculos contaban con mujeres barbudas, pulgas y perros domesticados, siameses, albinos, personas increíblemente obesas, ventrílocuos, afro-americanos interpretando danzas de guerra, dioramas, espectáculos de pájaros, criaturas acuáticas e incluso sirenas. En el mundo Barnum lo real no era lo importante, sino lo que el público quería ver y escuchar. (Hadasdepapel, 2012)
 Así se desarrolló ésta época, con una moral y un machismo marcado.  Sin embargo, a pesar de las limitaciones de la mujer, ésta encontró en el arte y los espectáculos una forma de reír y distraerse de la monotonía de sus hogares.  También la clase obrera tuvo acceso a lectura, pudo abrir su mente, y muchas ocasiones colarse a los espectáculos porque no disponían del dinero necesario para pagar el precio de la entrada, creando un mundo de fantasías en una época que parecía estar sellada bajo normas y parámetros de comportamiento y clases sociales marcadas.



Referencias

Hadasdepapel. (2012). La Casa Victoriana. Obtenido el 16 de diciembre del 2012 de http://lacasavictoriana.wordpress.com/2010/01/26/arte-y-cultura-en-la-epoca-victoriana/
Herrera, C. G. (s.f.). Doble Moral en la época victoriana: puritanismo y prostitución. Obtenido el 16 de diciembre del 2012  de http://www.eumed.net/rev/cccss/06/cgh7.htm
Siiddons, C. (14 de enero de 2007). Sociedad Victoriana Augusta. Obtenido el 16 de diciembre del 2012 de http://www.sociedadaugusta.com/ARCHIVOS/modales1.pdf

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